El regulador estadounidense, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), autorizó la vacuna de Johnson & Johnson contra el covid-19 para su uso de emergencia. Este inmunizante de una sola dosis, y que puede conservarse en una nevera, es el tercero que obtiene luz verde en el país, después de los de Pfizer y Moderna en diciembre.
De alta eficacia, esta vacuna se considera clave para acelerar la tasa de inmunización en Estados Unidos. El presidente, Joe Biden, celebró el “emocionante” anuncio. Pero advirtió: “No podemos bajar la guardia ahora o asumir que la victoria es inevitable”.
Aunque la vacunación ilusiona, el acceso de los países es muy desigual, y la mayor parte de las 217 millones de dosis administradas se concentran en las naciones más desarrolladas.
Este sábado, Estados Unidos recibió otra noticia que muchos consideran una forma de avanzar hacia el fin de las turbulencias provocadas por la pandemia: la Cámara de Representantes aprobó el plan de estímulo de 1,9 billones de dólares que impulsa Biden, tras lo cual el mandatario urgió al Senado a aprobarlo “inmediatamente”.
El paquete podría convertirse en el segundo mayor estímulo en la historia del país, un ejemplo de los esfuerzos para superar la crisis desatada por la pandemia que infectó a más de 113 millones de personas y se cobró la vida de más de 2,5 millones en todo el planeta.
Medidas en Francia y Brasil
Pese a los avances en las campañas de vacunación, el mundo continúa muy vulnerable: repuntes del virus derivaron en las últimas horas en la vuelta de las restricciones en países como Francia y Brasil.
En el país europeo, el gobierno activó medidas concentradas en departamentos bajo vigilancia por su alto número de contagios. Así, por ejemplo, Niza y su famoso Paseo de los Ingleses en la costa Azul, en el sur del país, quedaron confinados durante el fin de semana.
“Si es necesario hacer esto para poder tener un poco más de libertades luego, ¿por qué no?”, valoró Frédérique Duval, una diseñadora de indumentaria de 51 años, el sábado en Niza. Mientras Reino Unido rindió un último homenaje a su héroe Tom Moore, el “capitán Tom”, un veterano famoso por haber reunido una suma récord para la sanidad pública durante la pandemia, la vacunación en el país ha mejorado enormemente las perspectivas para muchas personas mayores, y se ha destacado en la distribución a grupos vulnerables.
En Italia el ejecutivo introdujo más restricciones en varias regiones, entre ellas Lombardía (norte).
Las autoridades de República Checa decidieron reconfinar a la población a partir del lunes para intentar frenar su tasa de contagio por habitante, la más alta del mundo en estos momentos.
Alerta en Brasil
En Brasil, varios gobernadores y alcaldes anunciaron nuevas restricciones para evitar el colapso sanitario ante el repunte de la pandemia, que ya deja allí más de 254.000 muertos.
El gobierno de Sao Paulo, el mayor y más rico estado de Brasil, oficializó el viernes un retroceso en su plan flexibilización y redujo todavía más el horario de bares y restaurantes.
Los estados de Paraná y Rio Grande do Sul (sur) resolvieron que sólo funcionarán los servicios esenciales, es decir, farmacias, hospitales y supermercados, entre otros.
En Brasilia, el gobierno regional decretó a partir del domingo el cierre de escuelas, comercios y actividades como cines, teatros y gimnasios.
Colombia también amplió hasta el 1 de junio el cierre de sus fronteras terrestres y fluviales, vigente desde el 16 de marzo del año pasado.
Del otro lado del mundo, en Nueva Zelanda, la primera ministra Jacinda Ardern ordenó este sábado que la mayor ciudad del país, Auckland, vuelva a ser confinada debido a la aparición de un nuevo caso.
– Efectos persistentes –
Además del virus en sí mismo, existe a nivel mundial una creciente preocupación por los casos de “covid prolongado”, por los que las personas sufren síntomas durante meses después de la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud instó esta semana a los gobiernos a priorizar la comprensión de los efectos a largo plazo de las infecciones.
Pero no solo permanecen los efectos sobre la salud, la pandemia también sigue afectando los eventos culturales.
El torbellino de fiestas que precede a la temporada de premios de Hollywood, con una deslumbrante entrega de los Globos de Oro iniciando el ciclo que culmina con los Óscar, no tendrá lugar este año.
Este domingo, los Globos de Oro se celebrarán principalmente como un evento remoto trasmitido desde Beverly Hills y Nueva York, y se espera que la mayoría de los nominados conozcan su suerte en el sofá de sus salas.