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Si bien no existe una política nacional sobre el uso de la técnica, algunos residentes en las regiones del norte de China, donde han surgido más de mil 700 casos, han sido sometidos al estudio con poca advertencia.

El método implica la inserción de un hisopo de algodón empapado en solución salina de unos dos a tres centímetros en el ano, y luego se analiza la muestra para detectar rastros activos del virus.

Más de mil estudiantes y maestros en Beijing recibieron frotis anales, de garganta y nariz la semana pasada, junto con una prueba de anticuerpos separada, después de que se detectara un caso de virus asintomático en el campus, según funcionarios locales.

El lunes, a los pasajeros de un vuelo de Changchun, la capital de la provincia de Jilin, a Beijing, se les indicó que desembarcaran después de que las autoridades descubrieron que había alguien de un área considerada de alto riesgo para la transmisión del virus a bordo.

Luego fueron llevados a un hotel donde los trabajadores de la salud tomaron muestras de la nariz y el ano, señaló un pasajero que pidió ser identificado solo por su apellido, Wang.

A algunas personas que llegan a Beijing también se les pide que se hagan hisopos anales, y un viajero que vino de Hong Kong hace unas semanas le precisó a Bloomberg News que le comentaron que se hiciera el estudio él mismo mientras estaba en cuarentena obligatoria de hotel.

La persona, que no quiso ser identificada por motivos de privacidad, también tuvo que someterse a tres pruebas de nariz y garganta, una de sangre y su habitación de hotel ha sido examinada dos veces.

Más preciso

El uso de la nueva técnica de detección se basa en la investigación de que los rastros del virus que se encuentran en el ano pueden durar más que en el tracto respiratorio, dio a conocer Li Tongzeng, subdirector del departamento de enfermedades respiratorias e infecciosas del Hospital You An de Beijing en una entrevista con televisión estatal la semana pasada.

Los hisopos anales podrían ser más precisos que las pruebas de garganta y nariz, especialmente para detectar casos asintomáticos, declaró, y agregó que solo se usaban en grupos en riesgo, incluso en sitios de cuarentena.

Aún así, no hay evidencia de que la transmisión del virus sea más común entre los pacientes que dan positivo en el área del ano, y no se han realizado frotis anales en otros lugares que hayan logrado casi la eliminación del patógeno, como Nueva Zelanda.

Desde que ‘sofocó’ su brote original en la ciudad central de Wuhan el año pasado, China ha montado un impulso implacable para erradicar el coronavirus dentro de su vasta población, a menudo desplegando recursos y poderes que no serían viables o incluso permitidos en otros países.

Si bien las naciones occidentales como Estados Unidos y Reino Unido todavía luchan con las pruebas de virus adecuadas, China no solo está evaluando poblaciones enteras de la ciudad cada semana, sino también millones de importaciones de alimentos congelados y los contenedores en los que llegan todos los días para detectar rastros diminutos del patógeno.

Ese celo, impulsado en parte por los funcionarios del Gobierno local preocupados por las repercusiones en caso de que sus ciudades se conviertan en la próxima Wuhan, ha funcionado para mantener los brotes bajo control, pero algunos expertos están cuestionando el uso de técnicas como el frotis anal.

Hasta ahora, parece que solo se usa de manera constante en el norte, incluida la capital.

“No entiendo por qué Beijing agregó hisopos anales. No es como pinchar la garganta. Necesita un lugar determinado y el riesgo de tales rutas de transmisión es menor ”, afirmó Jiang Qingwu, profesor de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad Fudan de Shanghai. “¿Quizás quieran encontrar restos? Es cierto que ahí se puede detectar el virus ”.

Los científicos han descubierto que algunos pacientes con COVID-19 tienen una infección viral intestinal activa y prolongada, incluso si no manifiestan síntomas gastrointestinales.

Para esas personas, las muestras de heces a menudo dan positivo incluso una semana después de que sus muestras respiratorias han dado negativo, hallaron investigadores de la Universidad China de Hong Kong.

Si bien se necesita más investigación para determinar qué tan efectivos son los hisopos anales, las pruebas de heces se han “infrautilizado enormemente” en la pandemia, comentó Francis Chan, decano de la facultad de medicina de la universidad y director de su Centro de Investigación de Microbiota Intestinal.